jueves, 5 de mayo de 2011

domingo, 1 de mayo de 2011

DEDICATORIA A LOS BANCEROS DE LA HERMANA MAYOR 2011

CENA DE BANCEROS DE LA VENERABLE HERMANDAD DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA. 16 de Abril
Buenas noches queridos hermanos y hermana, queridos banceros:
...... En primer lugar quiero reconocer y agradecer a la Venerable Hermandad de María Santísima de la Esperanza, el rigor y el respeto al paso de los años por sus hermanas y hermanos a los que distingue por su permanencia con el nombramiento de Hermana y Hermanos Mayores.
Esta distinción es para mí un honor y una gran satisfacción. Haber podido llegar a ser Hermana Mayor de la Santísima Virgen de la Esperanza es un orgullo y una ilusión hecha realidad y sé – me lo dijo el Hermano Mayor José Miralles, a quien deseo su pronta recuperación- que a partir de ahora, la Virgen de la Esperanza ya me acompañará siempre, más que nunca.
Hace algo más de tres décadas, con mi marido Joaquín Saúl y mis dos hijos mayores, Cristina y Joaquín Enrique, llegamos a la Hermandad de la mano de un buen amigo, Luis Castreño Esteve, quien desgraciadamente ya no está entre nosotros. Con él y junto a otro gran amigo, Enrique Valero, que también nos ha dejado, durante años compartimos la alegría de nuevas incorporaciones, como la de mis dos hijos menores, Carlos y Luis, compartimos preparativos, cultos y procesiones. Sé que desde alguna parte en la que estén, junto a otros muchos hermanos y hermanas que fueron, estarán todos cerca de nosotros, de los que seguimos llenos de la esperanza que nos mantiene nuestra Virgen.
Mi familia afortunadamente sigue aumentando: dos nietos, Daniel de cinco años y Diego de dos, también acompañarán este año a María Santísima de la Esperanza y deseo que como su abuelo y sus tíos sientan alguna vez el orgullo de ser bancero de la Esperanza:

SER BANCERO DE LA ESPERANZA…

...... Muchas veces me he preguntado, desde la admiración, cuáles son los sentimientos de un bancero. He intentado leerlos en sus ojos húmedos, llorosos incluso descubrirlos observando cómo arriman el hombro todos y cada uno de ellos al compañero y en el abrazo al banzo, comprobando que son un equipo en el que con entusiasmo y esfuerzo solidario, dan lo mejor de sí mismos con energía acumulada durante un año, para juntos elevar a su Virgen Preciosa y que sea admirada por las calles de fuertes pendientes de esta ciudad, con una sola respiración, para que a todos llegue el amor y la serenidad que irradia nuestra imagen venerable.
Ser bancero es ser especial, es llevar un manojo de los mejores sentimientos que renueva cada año y que quedan recogidos al volver a casa con el cuerpo dolorido, después de “encerrar a la Virgen”, en alguna flor que ha conseguido de las andas y que con cariño deja en un vasito con agua, para su madre.Disfrutad banceros durante vuestro recorrido, continuad sintiendoos muy orgullosos de serlo porque sois especiales y porque también a vosotros, la Virgen de la Esperanza os acompañará siempre.

María Cristina Fernández Fernández.
Hermana Mayor de María Santísima
de la Esperanza
Cuenca.
Semana Santa 2011